“Aproximadamente el 90% de los nuevos emprendimientos no superan el año” fue una frase que escuche en estos días y que realmente me dejo bastante preocupada preguntándome qué estaba pasando en medio de una cultura pujante, trabajadora y llena de ideas donde el emprender se ha convertido en el renacer de muchas personas, así como la salida a un mundo trabajador de pocas oportunidades, sin embargo, ¿qué nos está haciendo falta?
La realidad es que ese 10% restante de empresas nuevas que logran pasar el umbral del año no significa que tengan ganancias, ni siquiera que hayan recuperado su inversión en un periodo de tiempo realmente corto para el ámbito empresarial, significa que están en el radar del mercado y que han comenzado a darse a conocer en 3 características sumamente esenciales:
Diferenciación
Calidad
INVERSIÓN
El error más común en el que caen los nuevos empresarios es creer que todo dinero que genere sus ventas en ese primer año por poco que sea es ganancia para uso personal, es decir para darse un sueldo o incluso pequeños gustos, la realidad es que inicialmente, y no hablo solo del primer año muchas veces es los primeros 5 años otros más o menos tiempo dependiendo de cada empresa, todo dinero que genere mis ventas debe ser REINVERTIDO en mi propia empresa, en su fortalecimiento buscando no solo recuperar esa inversión inicial que hemos hecho sino también hacer crecer la marca para que se consolide con el tiempo; No se trata de vender por vender, aquí el problema es de una mentalidad que quiere inmediatamente recibir ganancias de algo que apenas está en etapa de crecimiento, debemos ser conscientes que inicialmente no tendremos un sueldo o ganancias personales, el objetivo es nuestra empresa.
Imagen tomada del libro: El día que David venció a Goliat
Iniciar un emprendimiento conlleva muchas veces no tener un gran capital que me permita contratar a los mejores expertos pero si se trata de saber dónde colocar esa inversión y reinversión de manera estratégica para lograr esas metas trazadas, y más cuando nos enfrentamos a un mercado cada vez más competitivo y saturado en oferta donde los clientes están cansados de ver siempre lo mismo, la primera inversión que debemos hacer, incluso desde antes de lanzarnos al mercado, es invertir en la calidad de mi producto, es esto lo que iniciando me permitirá competir y comenzar a generar vínculos de fidelización, un producto con una calidad sin igual siempre será valorado en medio del mercado, este siempre debe ser un factor a tener en cuenta y a medida que nuestra empresa crezca y se fortalezca la calidad cada vez debe ser mayor y por muchos tropiezos o épocas difíciles por las cuales es común que pueda pasar una marca, la calidad jamás será un tema que pueda ser discutido para bajar costos en ese aspecto, esto lo único que generara es que los clientes migren a mi competencia y mi imagen se desprestigie.
Luego de invertir en calidad como elemento principal y clave debo invertir y reinvertir en diferenciación, ¿qué me va a hacer a mi como marca sobresalir en medio del montón? La calidad diferencia claro que sí, pero deben existir otros factores y beneficios que me ayuden a estar por encima de muchas otras marcas, pensemos ¿qué le voy a ofrecer a mi mercado que antes no había? O ¿qué voy a mejorar con mi producto? Identifica esa necesidad que satisface tu producto y en base a ella comienza a construir tu valor diferenciador recordando que el precio JAMÁS será un factor de diferenciación. Cuando mi producto tiene valores agregados y diferenciadores le estoy dando a mi cliente muchas más ideas para elegirme más allá del precio, no existirá razones para forzar una venta, el cliente de manera independiente y guiado por nosotros reconocerá el valor que le da ese producto y esa marca eligiéndonos.
Imágenes tomadas de: https://www.pqs.pe y https://semymas.com respectivamente
Estos dos factores de inversión la mayoría de emprendedores la tienen clara desde el inicio, sin embargo, hay excelentes ideas que fracasan en corto tiempo y siempre nos preguntamos qué fue lo que paso. Y la realidad es que se les olvida un factor de inversión realmente básico y clave para triunfar en el mercado y es INVERTIR EN PUBLICIDAD, para vender, para obtener ingresos debo darme a conocer, debo buscar estar en el radar de mis clientes, de mi segmento de mercado, no puedo esperar que los clientes vengan hasta a mí y menos con tanta competencia, debo ser yo quien los guie hacia mi marca y empresa generando así confianza, yo sé que inicialmente el capital y presupuesto es ajustado para lo esencial, pero no podemos dejar de lado la publicidad sino ¿cómo más vamos a ser vistos? Quizás no podamos pagar grandes comerciales y pancartas publicitarias, pero si podemos acceder a herramientas como la publicidad de Instagram o Facebook o realizando colaboraciones con otras marcas y alianzas comerciales que me ayuden a ser visto llegando así a muchas personas y haciendo que nos vean así sea por segundos, busca ir más allá e invierte en mercadeo, aquellas herramientas que te permitirán realmente llegar al mercado, estrategias que más que vender, posicionen tu marca y hagan que esta llegue al corazón del consumidor, recordando siempre que la mejor publicidad es la que hace un cliente satisfecho, el voz a voz es la clave y el éxito sobre todo cuando se está iniciando, una herramienta publicitaria de gran poder especialmente para nuestro bolsillo.
Imagen tomada de: https://www.prensa.com
Invertir en diferenciación, calidad y mercadeo-publicidad, es la fórmula mágica que permitirá crear realmente una marca de valor contribuyente para el mercado, recuerda que emprender es vivir unos cuantos años de tu vida como nadie quiere para luego vivir como otros quisieran, la paciencia es la virtud de los sabios y aunque queramos rápidamente ver ganancias e ingresos primero debemos INVERTIR esfuerzos y dinero en nuestra marca para ver sus frutos.