top of page
  • Business á la mode. Natalia Mendoza B.

¿Qué implica una regulación para el marketing influencer?


 

Imagen tomada de: https://www.influencermarketingsingapore.com

Desde el año pasado era mucho lo que se venía especulando acerca del manejo y la regulación que se debía comenzar a implementar a este nuevo tipo de publicidad basado en el uso de influenciadores los cuales crecían a niveles exponenciales donde muchos lo tomaban como un concurso de popularidad en donde ganaba aquel que mayor número de seguidores tuviera recurriendo a prácticas desleales, compras de seguidores y likes que inflaban sus cuentas para obtener el beneficio que las marcas pagan por recurrir a ellos como estrategia de marketing o publicidad (de ahí su nombre marketing influencer).

Si bien es cierto que existen muchos casos de influencer que hacen su trabajo de manera orgánica y honesta, el problema radicaba en ese auge masivo de querer convertir el ser influencer en una profesión que no solamente estaba perjudicando a las marcas al no obtener resultados esperados convirtiéndose en una pérdida de dinero y en un gasto innecesario en muchos casos que hemos conocido en el mercado sino que también los mayores perjudicados en este aspecto y que hasta el momento nadie había contemplado de esta manera están siendo los consumidores REALES que siguen y realmente se dejan influenciar al punto de querer consumir exactamente lo mismo que estos personajes consumen confiando en la recomendación que les dan y muchas veces llevándose una sorpresa al encontrarse con productos que no cumplen sus expectativas o en el peor de los casos perjudicando la salud tanto física y mental al recomendar servicios o productos de vida saludable, fitness o ayudas psicológicas, un gran punto débil de la audiencia, como consumidores tendemos a creer en lo que nos dicen basados en un lazo de confianza que construimos al encontrar cercanía a través de la pantalla pero la realidad es que muchos de esos productos o servicios son pagos o patrocinados por las marcas y por supuesto los influencers deben cumplir con su parte del contrato de mencionarlos y hablar acerca de ellos, sin embargo esta era la cara de la moneda que como consumidores jamás sabíamos, si realmente recomendaban por gusto o porque se trataba de una publicidad paga.

Imagen tomada de: https://fashionista.com

El hecho que se esté comenzando a crear una regulación para este tipo de marketing implica una mayor responsabilidad por parte de las marcas al realmente estudiar su afinidad con los influencers más allá de un número de seguidores y una mayor responsabilidad para los influencers al tomar conciencia del impacto que generan con sus redes y no solamente para popularidad, además implica el comienzo de la protección al consumidor en los medios digitales y redes sociales dejando así que la decisión de compra de productos o el acceder a un servicio lo decidan ellos mismos teniendo pleno conocimiento de si un post en el feed de instagram o una historia en esta misma red está siendo pagada o no.

La idea de esta regulación como mencione anteriormente se trata de obligar a estos influencers a colocar en sus publicaciones cuando se trata de una colaboración paga con la marca mencionada para así garantizar que exista transparencia en la comunicación que se está transmitiendo al consumidor y que exista una mayor libertad para la decisión de compra. Esta regulación ha tomado fuerza gracias a que Reino Unido ha sido uno de los países que mayor control ha comenzado a colocar al marketing influencer con su Autoridad de Competencia y Mercados buscando la transparencia en el mercado de las redes sociales llamando la atención así de la superintendencia de industria y comercio en nuestro país Colombia buscando crear una alianza para comenzar en este proceso de regular un mercado que realmente se estaba comenzando a salir de las manos.

Aunque muchos influencers consideran que es algo negativo para sus carreras debido a que el público no le gusta la publicidad es la manera de realmente asegurar que exista responsabilidad, transparencia, honestidad para quienes están detrás de las pantallas y que al final son quienes realmente gastan su dinero en aquello que les están ofreciendo a través de las redes sociales, así como también se puede convertir en la manera de hacer que estas personas comiencen a tener mayor conciencia de su contenido y se de mérito a aquellos cuyo contenido es real y de calidad con la capacidad de construir una comunidad de seguidores fidelizados que confían en ellos.

Imagen tomada de: http://www.thefashionlaw.com

Soy consciente que aún falta mucho camino para controlar este tema de los influenciadores, pero este es el inicio que tanto se estaba esperando para garantizar un mayor control del mercado a través de las redes sociales que implique el cuidar al consumidor, y a la vez es la oportunidad de cómo consumidores comenzar nosotros mismos a exigir contenido de calidad y transparencia dándonos cuenta quienes realmente pautan por un trabajo constante y cuyo ADN hace juego con la marca o aquellos que pautan por negocio al punto de parecer una miscelánea.

Si quieren enterarse más acerca de este tema los invito a leer este artículo publicado esta semana en Portafolio:

6 visualizaciones0 comentarios
bottom of page