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  • Business á la mode. Natalia Mendoza B.

Hablando de Betty la fea, moda y emprendimientos


 

El fenómeno mundial Betty la fea es sin duda de aquellas tendencias que volvieron para quedarse, una novela donde la risa, la trama y la conmoción nos cautivó junto a las travesías de su protagonista y que 20 años después el sentimiento continúa siendo el mismo, pero si hablamos en materia de moda y empresa seguramente la veríamos con otros ojos para evitar caer en un error más allá del amor ciego por un jefe.

Hablemos primero que todo de la moda, un ejemplo claro de que toda moda pasada vuelve, se reinventa y es la inspiración para muchas de las tendencias que actualmente estamos viviendo desde las grandes pasarelas hasta el Street style de nuestro día a día y si no me creen enumeremos unas cuantas como lo son los hair clips utilizados constantemente en la peli teñida Patricia Fernández, los trajes masculinos en versión femenina muchas veces expuestos por la elegante Marcela Valencia, los trajes o suits de falda utilizados tanto por el cuartel de las feas como por Paty, una tendencia que llena de elegancia a la mujer así como de poder para su labor diaria pero que anteriormente no era valorado más allá de una oficina, retorna esta temporada en versiones de vestido completo o traje de piezas y ni hablar de las hombreras, una tendencia que vi en mi mamá y que aborrecía pero que ha sido la base para lo que hoy conocemos como el volumen en mangas en sus diversas versiones. También podemos hablar de aquellas tendencias que fueron sinónimo de burla en ese entonces y que actualmente predominan en portadas, pasarelas, colecciones y armarios, comencemos por las temidas gafas de Betty y Nicolás Mora, gafas grandes, cuadradas con un marco grueso y de color que vivían más en el suelo que enmarcando la cara, pues bien lo llamativo arraso esta temporada hasta en el eyewear, las gafas tipo pantalla y XL son las reinas de temporada tanto para el sol como para la visión y ni hablar del capul por supuesto en versión mejorada y de una manera mil veces más fashionista siendo el compañero de muchas durante muchos años sin dejar de mencionar por supuestos las alarmantes blusas ombligueras que actualmente retornaron como crop tops.

Para quienes trabajamos en esta industria de la moda Betty ha sido un abrir de ojos para entender el cómo NO manejar una empresa de moda y los errores en que tristemente incurren muchas marcas llevándolas a la desaparición absoluta, recuerdo tener 5 años y reírme con muchas de las aventuras de esa novela pero ya 20 años más tarde y trabajando en esta industria el cuento es totalmente diferente sin dejar de reírme por supuesto, comencemos con un tema con el cual soy sumamente intensa y es el ADN de la marca evidentemente poco valorado por Mario y Armando dejando de lado temas fundamentales como lo era la calidad, la materia prima y la esencia de una colección con tal de salvar la empresa hablando en números, balances y finanzas claro está, pero la realidad es que si no se cuidan aspectos tan esenciales como lo es el ADN, la calidad por la cual nuestra marca ha sido reconocida a lo largo de los años, el producto que nos ha dado popularidad y estatus en medio de la competencia entonces como pretendemos salvar la empresa? Reducir en materia prima no se trata de comprar lo peor, si es así nuestra empresa ira más en picada que nunca recordando que lo barato sale caro y Armando lo paga con lágrimas, sudor y sangre aparte de perder a Betty, otro error crucial que actualmente en medio de tanta competencia nos condena es creer que una marca es simplemente su nombre en este caso Ecomoda, una marca como lo he dicho miles de veces está compuesta por miles de factores comenzando por ese ADN que es nuestro camino y guía para saber exactamente que transmitir al público, los valores corporativos, la experiencia de marca que le ofreceremos al mercado más allá de una colección con las últimas tendencias del momento. El activo más preciado que tiene toda empresa son sus empleados, situación que en Ecomoda era desapercibida llegando al punto del maltrato, la explotación y la incomodidad de tener que trabajar con jefes como Gutiérrez, nuestros empleados son el motor de la empresa y quienes muchas veces le ponen alma a cada rincón entonces ¿por qué razón dejarlos de lado o someterlos a situaciones de abuso?

Jamás se debe caer en el error de bajar precios para sobrevivir a una crisis, debemos comenzar a entender que una prenda tiene un valor que sobrepasa y por mucho el valor monetario, entonces qué valor le vamos a ofrecer al mercado si simplemente nos esforzamos por escatimar en gastos, es un preciado ejemplo de que Armando jamás entendió el valor agregado de su empresa, de cada prenda, de cada colección la razón por la cual eran preferidos dentro del mercado y que reducir su precio de costo pondría en tela de juicio la promesa de marca vendida por años por su padre y los Valencia y la importancia de contar con un equipo más allá de la junta de accionistas, como lo son el equipo de mercadeo, el equipo de diseño en cabeza de Hugo Lombardi pero que tristemente jamás fue analizado.

Betty la fea nos demuestra capitulo tras capitulo como la moda es algo más allá de banalidades, es la herramienta para llenarnos de seguridad, amor propio, confianza y levantar nuestra cabeza para creer en nosotros como lo hizo Betty en su momento, es una industria que mueve masas y economías, bastaba con mirar la asistencia en medio de cada lanzamiento de colección y las cifras que estas podían dejar al punto de negociar con proveedores diversos incentivando así la industria nacional, es el ejemplo de cómo la moda ha logrado ser un foco para que el mercado internacional se interese en nuestra cultura transmitida a través de cada diseño, seguramente si Betty hubiera sido producida y escrita actualmente las cosas serían totalmente distintas, Patricia Fernández sería la influencer y embajadora de marca de Ecomoda pidiendo prestamos de ropa, accesorios y demás, Betty viviría un romance lleno de frenesí con el francés olvidando a Armando y su amor tóxico, la mujer no sería vista como un objeto en los ojos de Daniel Valencia y Marcela seria la presidenta de Ecomoda gracias a su entrega, compromiso y el entender su empresa desde cada punto de venta así como el funcionamiento en la casa matriz y por supuesto no estaríamos hablando de alta costura en boca de Hugo Lombardi porque en Colombia no existe la alta costura informando así aún más a la audiencia en temas de moda desde una perspectiva que solo quienes trabajamos en ella conocemos.

Ahora continuemos disfrutando de Betty, su regreso y su transformación mientras aprendemos y tomamos nota de los errores como los mejores maestros para crecer.

Imágenes tomadas de internet editadas por Business à la mode

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