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  • Business á la mode. Natalia Mendoza B.

Organización y planeación como hábitos de éxito al emprender


 

Al finalizar un año y ad portas de uno nuevo siempre nos ponemos como excusa aquella frase que dice “mejor lo dejo para el próximo año con más tiempo” y cuando comenzamos ese año nuevo empezamos a pensar cómo vamos a realizar todos esos proyectos que tenemos en mente, pero especialmente ¿por dónde vamos a comenzar?

La organización y la planeación son dos de las herramientas más importantes que todo emprendedor puede tener ya que gracias a ellas puede optimizar el recurso más valioso que es el tiempo y llevar a cabalidad metas, proyectos y cumplir con las expectativas que este nuevo año trae consigo además de permitirnos prevenir errores o en caso de que algo suceda manejar los imprevistos.

Es por esto que para comenzar este 2020 con el pie derecho y lograr cumplir nuestras metas, pero más importante aún dejar de postergar por temor a la incertidumbre quiero dejarles algunos hábitos que he aprendido en este camino y que he aplicado en mi diario vivir para hacer de la organización y la planeación mis aliados infalibles:

Calendario: Comenzando el año es de gran ayuda sentarnos con calendario en mano, ya sea virtual o físico, y anotar en este aquellas fechas especiales, comercialmente hablando, como día de la madre, ferias comerciales, eventos anuales y demás actividades las cuales son de gran auge para nuestra marca y con ello planear con el tiempo suficiente las diversas estrategias que debemos llevar a cabo en cada una de ellas así como prepararnos y conseguir con tiempo los insumos, alianzas y demás aspectos relevantes de las diversas actividades, eventos y ferias en las cuales queramos participar sin dejar espacio a la improvisación y con ello teniendo un panorama general así como evaluar con antelación nuestro presupuesto y esfuerzos.

Organizador diario: Una vez establecido nuestro año en aquel calendario, es importante planear nuestro día a día anotando el día anterior en algún organizador o agenda las diversas actividades que tengamos por hacer al día siguiente. Es una excelente forma de recordar cada actividad, llamada, correo o pendiente que tengamos y subrayar aquellas que vayamos realizando.

Empezar por prioridades: Todas nuestras actividades son esenciales tanto personales como profesionales para cumplir nuestras metas y llevar a cabo nuestros proyectos, pero existen algunas de mayor urgencia o prioridad que debemos realizar de manera inmediata o de primeras, anótalas antes de las demás en tu lista para así ir cumpliéndolas en orden de prioridad.

Tarea no cumplida, prioridad del día siguiente: Muchas veces las 24 horas del día no son suficientes para hacer todas nuestras actividades y algunas de estas quedan inconclusas o sin comenzar, anótalas en tu organizador como prioridad para el día siguiente evitando que estas caigan en el olvido o las posterguemos aún más tiempo.

Personal y profesional en equilibrio: Al ser emprendedores hasta nuestras horas libres se convierten en horas de trabajo, pero debemos recordar que nuestras actividades personales también son importantes para nuestro desarrollo y el crecimiento de nuestro ser y por ende la realización de nuestras metas profesionales, es por esto que es igual de importante anotar nuestros pendientes personales dentro de nuestros calendarios u organizadores ya sea citas médicas, reunión con amigos o familia, el averiguar por algún curso o actividad de ocio. La organización y planeación salen mucho mejor cuando incluimos un tiempo para nosotros que nos permita despejarnos, relajarnos y con ello cargarnos de energía para continuar.

Cada actividad, por sencilla que parezca, hace parte de la construcción de nuestra marca y de nuestros sueños, pero no podemos pretender que con tenerlas en nuestra mente o anotarlas las cosas simplemente se irán dando, plasmarlas es el primer paso, pero trabajar en ellas y realizarlas es el camino para alcanzar la meta.

Estamos ante un mundo cada vez más cambiante en donde los clientes dictan sus necesidades y sentarnos a esperar que pasa no es la respuesta, debemos estar preparados para actuar y recibir estos cambios, sorprender al mercado y ajustar nuestro ADN hacia la evolución pero esto solo se logra cuando tengo una organización y una planeación que me permite conocer mis capacidades y el prepararme con el tiempo suficiente para estudiar al mercado y construir una identidad creando estrategias sólidas y fuertes para competir y diferenciarme.

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