¿Cuándo aceptar y cuando decir no a una colaboración? Esta es una de las preguntas que más me hacen cuando asesoro a las marcas de moda y probablemente tu también tengas esta misma.

Una de las estrategias más común en el marketing de moda es la colaboración entre marcas buscando el apoyo mutuo para lograr crecimiento, visibilidad, posicionamiento y atracción de clientes, sin embargo, como todo en la vida, no toda colaboración funciona o quizás el momento no es el adecuado para esta, entonces ¿cómo puedo tomar la mejor decisión? Aunque cada marca tiene sus criterios para tomar esta decisión basada en su esencia, ADN y objetivos, hay 3 reglas básicas que pueden ayudarte a decidir especialmente cuando estas iniciando en este proceso de las colaboraciones:

•   Tener claro en qué momento se encuentra tu marca: crecimiento, expansión, posicionamiento, entrada a nuevos mercados, son muchas las etapas que una marca experimenta a lo largo de su vida, tener claro en qué etapa se encuentra la tuya es clave para así determinar si esta colaboración está orientada hacia las metas que tienes con esta etapa o también poder negociar ciertas estrategias dentro de la colaboración que te permitan cumplir objetivos.

• ¿A qué mercado está orientada la colaboración? Este es un punto relevante, al tener una marca tienes muy claro cuál es tu mercado actual y cual es el mercado al que deseas llegar en este momento en el que se encuentra tu marca, es fundamental observar si esta colaboración te permite llegar a un nicho especifico de personas ya sea afines a tu mercado actual pero que no te conocían o también un nicho de ese mercado al que estas buscando llegar para así comenzar a tener reconocimiento.

•   Y por último ¿Es una marca afín a tu esencia, valores y ADN? Una colaboración es la suma de dos o más partes que logran complementarse pero en la cual se destacan los ADN de cada parte sin competir u opacar sino creando una sinergia perfecta, es hacer algo que solo podrían lograr estando juntos, es por esto que es importante tener clara esta afinidad, no se trata de tener productos iguales o una imagen similar se trata de encontrar esos puntos en común dentro de la esencia de cada una para así crear algo extraordinario que pueda llamar la atención de los clientes y el mercado de cada parte.

Si después de evaluar estos 3 puntos aún encuentras dudas quizás no es el momento de realizar una colaboración, no tengas miedo a decir que no cuando sea necesario o cuando veas que lo que deseas con tu marca es algo diferente, pero también no tengas miedo a decir si cuando se te presente una gran oportunidad en la que puedes lograr grandes metas y estrategias, dile adiós al síndrome del impostor y piensa en las colaboraciones como una herramienta para aprender y crecer, por supuesto sin abusar de esta.