Lo ocurrido la semana pasada en una de las ferias más grandes de Bogotá es un claro ejemplo de como el creador de una marca, una empresa, un evento siempre será la primera imagen que tiene la marca ante el público, el propio influencer de su empresa y los valores que tanto dice promulgar en sus redes y discursos deberían ser siempre los valores que promueva esa persona en su vida real, sin embargo en este caso fue claro que no era así ocurriendo todo un fenómeno que con justa causa desencadeno un descontento masivo no solo hacia su cofundadora sino también hacia el evento, sin embargo en medio de esta polémica quedaron las marcas que hacían parte de este evento, 300 marcas para ser exacta, un gran pago por su espacio en esta feria, una inversión para poder tener sus productos allí y un contrato que aunque quisieran les impedía muchas cosas pues como dicen “los actos individuales afectan a lo colectivo” y aunque las marcas y sus creadores no estuvieran de acuerdo al igual que todos con el actuar de esta persona debían continuar pues el haber llegado hasta ahí no fue fácil e implico grandes sacrificios para muchas, sino es que todas, las marcas allí presentes.
Todos esos días que transcurrieron a la distancia y a través de las redes sociales pude observar cómo se creó un movimiento de solidaridad increíble en el cual las marcas se apoyaban entre ellas, en sus redes compartían esas otras marcas que los acompañaban en la feria, sus productos, se compraban unas a otras incluso sus creadores creaban looks con diversas prendas y complementos de marcas en la feria para promoverse unas a otras y en redes cientos de personas a través de sus cuentas comenzamos a compartir las marcas allí presentes y las diversas maneras que existían para apoyarlas sin tener que asistir a esta feria, como por ejemplo sus usuarios en Instagram, sus páginas web, catálogos y demás acciones que contribuyeran con visibilizar a estas marcas que no tenían la culpa de lo sucedido y sin embargo eran quienes estaban pagando.
Estas 300 marcas son solo una pequeña muestra de las marcas que existen en nuestro país y ni hablar de los emprendimientos que se crean día a día llenos de ilusión y sueños, entonces ¿por qué esperar a que sucedan estos lamentables acontecimientos para demostrarles nuestro apoyo? Te has tomado la molestia alguna vez de mirar dónde están estas marcas, dónde están los emprendedores? Los emprendedores y sus marcas están en sus casas trabajando día a día en sus redes sociales para llegar a más personas y perfeccionando sus productos e ideas, están en ese amigo que ha decidido apostar por sus sueños pero que en lugar de apoyarlo le pedimos descuento o lo cuestionamos, están en los pequeños bazares, en las tiendas multimarca, en cada calle que pasamos hay puertas abiertas y dentro emprendedores esperando por nosotros, en las redes sociales hay cientos de personas impulsando sus emprendimientos y marcas porque las redes no son solo ocio como muchos creen, son un medio de captación de clientes, una vitrina virtual y un medio para que más personas los conozcan, los emprendedores están ahí rodeándonos a diario y muchas veces en silencio apostando por sueños que nosotros no vemos pero que si alzáramos la mirada los descubriríamos y con estos la magia que cada marca y emprendimiento trae consigo.
Cada emprendimiento que descubro es para mí un nuevo tesoro, como ese oro que hay al final del arcoíris, porque nunca sé qué nuevo traerán las que ya he descubierto o aquellas que en el camino voy descubriendo, pero siempre con la certeza de que jamás dejare de sorprenderme gratamente, no los limitemos y no nos limitemos nosotros.
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